lunes, 30 de mayo de 2011

Alejandra Fosalba se transforma en la villana más temida de las teleseries

Antes que siga, una advertencia: si le gustan las sorpresas, entonces no siga leyendo. Y es que Alejandra Fosalba entrará a engrosar la lista de los asesinos más despiadados de las telenovelas nacionales. Porque a los recordados “Estrella” (Gloria Münchmeyer) de “La madrastra”, “Julián García” (Álvaro Rudolphy) de “Alguien te mira” y ahora último “Horacio Leiva” (Felipe Braun) de “Infiltradas”, se sumará desde esta tarde el rol de la actriz en “Témpano”, “Susana Norambuena”, a quien finalmente en el capítulo de hoy el público podrá reconocer como la persona que ha sembrado el pánico en la flota naviera en torno a la cual se centra la historia de Pablo Illanes.

De esta manera, y luego de casi tres meses al aire, la teleserie vespertina de TVN, según adelantan importantes personeros de su equipo, tomará un vuelco al revelarse en pantalla la identidad del asesino que ha cobrado ya varias víctimas y que en los episodios venideros cobrará aún más, es decir, sus asesinatos no pararán.

De acuerdo a lo que agregan fuentes desde el interior del área dramática de la señal estatal, en la historia protagonizada por María Gracia Omegna y Diego Muñoz se justificará el actuar del papel de Fosalba por el hecho de que “ella siempre quiso ser parte de la familia `Grau´ y nunca lo logró, por lo que, en el fondo, siente un gran desprecio hacia ellos y decidió cobrar venganza asesinando a personas claves de ese entorno familiar”.

Cabe recordar que “Susana” llegó cuando adolescente a la casa de la familia protagónica y se transformó en empleada de ésta, para luego empezar una relación amorosa clandestina con “Álvaro Grau” (Francisco Melo), quien, eso sí, nunca la ha tomado muy en serio y ha privilegiado su matrimonio con “Loreto Alcántara” (María Izquierdo).

Es más, al quedar embarazada de éste, nunca le pudo decir la verdad hasta sólo algunos capítulos pasados, en razón de que los padres del ahora “Capitán Grau”, “Malú” (Delfina Guzmán) y “Francisco” (Luis Alarcón) la obligaron a callar ese secreto. Y en base a hechos como ésos, que la llevaron a sentirse postergada y con una profunda rabia y pena, es que el rol de Alejandra se convirtió en una asesina, simplemente, de temer

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